El caudal de la Fuente de la Reja desciende 'un 60%' en solo un año
La desecación de la fuente de la Reja derivó, en 2006, en la redacción de un Plan de Ordenación de Extracciones (POE) de Pegalajar. Hoy, con la imagen de una Charca acaudalada por las lluvias de los dos últimos años, pero sin precipitaciones a la vista, la asociación homónima alerta del descenso en los niveles del acuífero y exige el cumplimiento del POE.
“Desde octubre del año pasado a este, el caudal ha podido bajar en un 60% y eso es muy preocupante, porque podríamos volver a una situación de desecación”, advierte, desde la asociación Fuente de la Reja de Pegalajar, Diego Polo. El porcentaje es una simple estimación, ya que —como reconoce y se queja este miembro del colectivo vecinal pegalajareño— “no hay información del agua que se le extrae al acuífero”, pero —añade—: “Según noticias del propio Ayuntamiento, en los dos últimos meses, los niveles han bajado de una manera muy rápida y, como no se está desarrollando el Plan de Ordenación de Extracciones (POE), la percepción que tenemos de la situación desde la asociación es alarmante”.
Para evitar un desenlace funesto, como el de 1988, y dos décadas de reivindicaciones y penurias por el principal recurso para la vida, el colectivo insiste en impulsar “todas” las medidas de un plan que —según Polo—, después de cinco años en vigor, se está quedando al “30% de su ejecución”. “Solo se han realizado tres medidas y una cuarta parcialmente”, lamenta este representante vecinal. Fuente de la Reja lo denunció ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y ante la Agencia Andaluza del Agua el año pasado y, recientemente, volvió a hacerlo en las alegaciones que presentó al Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadalquivir. Pero ni entonces ni ahora han recibido respuesta. Y denuncian: “No entendemos que se hayan realizado medidas poco significativas para la sostenibilidad del acuífero, como la impermeabilización de la Charca —ya que, a su parecer, la obra no contribuye ‘en nada’ a la recuperación del acuífero—, mientras no se afrontan otras medidas menos costosas y más eficaces”. La asociación se refiere, en concreto, a iniciativas como la puesta en práctica de programas de gestión integrada de la demanda. En una primera fase, con esta medida se pretendía reducir el consumo de agua “en un 20%”. Para ello, se pensó establecer una tarifa de consumo y mejorar la eficiencia e iniciar campañas de información y concienciación ciudadana. “Nos parece fundamental el esfuerzo colectivo, especialmente de los ayuntamientos y de los ciudadanos, en la corresponsabilidad en la gestión del agua en cualquier situación y circunstancias”, defiende el colectivo, que reivindica que “sería necesario implantar el uso de contadores individuales y una tarificación de agua por tramos y usos, así como la realización de campañas de sensibilización ciudadana para mejorar la eficiencia del consumo”. Pero nada de esto se está haciendo, como tampoco se han mejorado las redes de control para conocer la evolución del sistema. Algo que sería fundamental “para evitar nuevas situaciones de crisis”, advierte Fuente de la Reja.
Igualmente importante —se-gún los miembros de la asociación— sería ejecutar la cuarta medida del POE: incrementar el abastecimiento de Pegalajar desde el acuífero de Almadén/Hoyo de la Sierra. “Esta medida es imprescindible —defiende Fuente de la Reja— para conseguir el objetivo de ‘liberar de toda presión el sector del estanque’, permitiendo el abastecimiento al municipio —igual que a Mancha Real— con otros recursos externos a la unidad sobreexplotada con posibilidades de explotación”.
Además de estas medidas, la asociación apunta a otras, “necesarias” para conseguir un ahorro en el consumo y, por extensión, salvaguardar la Charca y “la vida de Pegalajar”. Entre ellas, destaca la importancia de ampliar el perímetro de sobreexplotación de la unidad, la adopción de “medidas restrictivas en lo que respecta a la explotación del acuífero que abastece a la fuente de la Reja, que afecten al conjunto de los municipios que se benefician de él, estableciendo condiciones para los contratos de concesión de aguas a los habitantes” y la fijación de un caudal mínimo ecológico.
Seguimiento frente a la sobreexplotación
El Plan de Orde- nación de las Extracciones, en Pegalajar, fue reconocido como un proceso “pionero y, sobre todo, participativo”. Pero, cinco años después de que se aprobara, la mesa de expertos que constituían investigadores, la Administración pública y actores locales con el fin de seguir el grado de ejecución del POE está en el aire. Su recuperación es otra de las principales reivindicaciones de Fuente de la Reja. “Aunque se trata de una medida externa al POE [...], se contribuiría al objetivo de continuar un proceso de información y de consulta necesario para ‘evitar una nueva situación de sobreexplotación en un futuro próximo”, indica la asociación pegalajareña, que considera: “Pensamos que es fundamental establecer un calendario y un procedimiento de reuniones trimestrales, sin que sea necesario que, desde la asociación, solicitemos con frecuencia información y transparencia del desarrollo del POE”.
Fuente : Diario Jaen
“Desde octubre del año pasado a este, el caudal ha podido bajar en un 60% y eso es muy preocupante, porque podríamos volver a una situación de desecación”, advierte, desde la asociación Fuente de la Reja de Pegalajar, Diego Polo. El porcentaje es una simple estimación, ya que —como reconoce y se queja este miembro del colectivo vecinal pegalajareño— “no hay información del agua que se le extrae al acuífero”, pero —añade—: “Según noticias del propio Ayuntamiento, en los dos últimos meses, los niveles han bajado de una manera muy rápida y, como no se está desarrollando el Plan de Ordenación de Extracciones (POE), la percepción que tenemos de la situación desde la asociación es alarmante”.
Para evitar un desenlace funesto, como el de 1988, y dos décadas de reivindicaciones y penurias por el principal recurso para la vida, el colectivo insiste en impulsar “todas” las medidas de un plan que —según Polo—, después de cinco años en vigor, se está quedando al “30% de su ejecución”. “Solo se han realizado tres medidas y una cuarta parcialmente”, lamenta este representante vecinal. Fuente de la Reja lo denunció ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y ante la Agencia Andaluza del Agua el año pasado y, recientemente, volvió a hacerlo en las alegaciones que presentó al Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadalquivir. Pero ni entonces ni ahora han recibido respuesta. Y denuncian: “No entendemos que se hayan realizado medidas poco significativas para la sostenibilidad del acuífero, como la impermeabilización de la Charca —ya que, a su parecer, la obra no contribuye ‘en nada’ a la recuperación del acuífero—, mientras no se afrontan otras medidas menos costosas y más eficaces”. La asociación se refiere, en concreto, a iniciativas como la puesta en práctica de programas de gestión integrada de la demanda. En una primera fase, con esta medida se pretendía reducir el consumo de agua “en un 20%”. Para ello, se pensó establecer una tarifa de consumo y mejorar la eficiencia e iniciar campañas de información y concienciación ciudadana. “Nos parece fundamental el esfuerzo colectivo, especialmente de los ayuntamientos y de los ciudadanos, en la corresponsabilidad en la gestión del agua en cualquier situación y circunstancias”, defiende el colectivo, que reivindica que “sería necesario implantar el uso de contadores individuales y una tarificación de agua por tramos y usos, así como la realización de campañas de sensibilización ciudadana para mejorar la eficiencia del consumo”. Pero nada de esto se está haciendo, como tampoco se han mejorado las redes de control para conocer la evolución del sistema. Algo que sería fundamental “para evitar nuevas situaciones de crisis”, advierte Fuente de la Reja.
Igualmente importante —se-gún los miembros de la asociación— sería ejecutar la cuarta medida del POE: incrementar el abastecimiento de Pegalajar desde el acuífero de Almadén/Hoyo de la Sierra. “Esta medida es imprescindible —defiende Fuente de la Reja— para conseguir el objetivo de ‘liberar de toda presión el sector del estanque’, permitiendo el abastecimiento al municipio —igual que a Mancha Real— con otros recursos externos a la unidad sobreexplotada con posibilidades de explotación”.
Además de estas medidas, la asociación apunta a otras, “necesarias” para conseguir un ahorro en el consumo y, por extensión, salvaguardar la Charca y “la vida de Pegalajar”. Entre ellas, destaca la importancia de ampliar el perímetro de sobreexplotación de la unidad, la adopción de “medidas restrictivas en lo que respecta a la explotación del acuífero que abastece a la fuente de la Reja, que afecten al conjunto de los municipios que se benefician de él, estableciendo condiciones para los contratos de concesión de aguas a los habitantes” y la fijación de un caudal mínimo ecológico.
Seguimiento frente a la sobreexplotación
El Plan de Orde- nación de las Extracciones, en Pegalajar, fue reconocido como un proceso “pionero y, sobre todo, participativo”. Pero, cinco años después de que se aprobara, la mesa de expertos que constituían investigadores, la Administración pública y actores locales con el fin de seguir el grado de ejecución del POE está en el aire. Su recuperación es otra de las principales reivindicaciones de Fuente de la Reja. “Aunque se trata de una medida externa al POE [...], se contribuiría al objetivo de continuar un proceso de información y de consulta necesario para ‘evitar una nueva situación de sobreexplotación en un futuro próximo”, indica la asociación pegalajareña, que considera: “Pensamos que es fundamental establecer un calendario y un procedimiento de reuniones trimestrales, sin que sea necesario que, desde la asociación, solicitemos con frecuencia información y transparencia del desarrollo del POE”.
Fuente : Diario Jaen
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